Queridos amigos:
Quiero primeramente agradecerle a Dios porque pudimos ver su mano ir delante de nosotros desde que salimos de nuestros hogares, cuidando la familia, y en cada paso que el grupo dio en este viaje; también de manera especial a todos los que han estado orando, clamando e intercediendo por el pueblo haitiano que está sufriendo esta devastadora catástrofe.
El día 25 de enero del 2010 un grupo de 9 personas de la iglesia de Dios La Misericordia salimos con destino a Haití; el mismo estaba conformado por nuestro Obispo y Pastor Víctor Nieves; doctores, misioneros y mi persona. El objetivo principal crear una ruta de contactos con los cuales pudiéramos abrir un canal de envío de alimentos y medicamentos con destino al campamento que la Iglesia de Dios tiene en Puerto Príncipe y así responder a la gran necesidad que este pueblo está teniendo; la realidad hoy en el campamento es que tenemos más de 6000 personas que alojamos en nuestras instalaciones, a las cuales se les suple los alimentos y atención medica ya que muchos de ellos sufren de las heridas causadas por el temblor ocurrido el 12 de enero del 2010.
Desde que cruzamos la frontera con Republica Dominicana pudimos sentir y ver lo devastador de este terremoto, las casas, edificios y construcciones en general en ruinas, gente buscando familiares en medio de los escombros, ya sin esperanza de poder encontrarlos, vagando por las calles, con sus miradas perdidas, buscando ayuda condiferentes organizaciones, una situación extrema; luego de viajar por más de 6 horas, arribamos al campamento, nos sorprendió ver la extrema seguridad en el lugar, eso nos hizo ver que estábamos en una zona de tensión, gracias al apoyo de la Iglesia de Dios en Republica Dominicana y en especial en la persona de Rev. Elvis S. Medina que nos facilito el uso de un camión al cual le agregamos las donaciones de alimentos y medicamentos que llevábamos.
Ya en el campamento cuando nos vieron llegar con la carga vimos como los rostros cambiaban en especial los niños que miraban con esperanza ya que sabían que traíamos ayuda. Fuimos el primer grupo de extranjeros que la Iglesia de Dios permitió entrar al campamento; fue muy fuerte saber eso, por eso fuimos muy cuidadosos en lo que hacíamos; mi esposa, Jennifer organizo una actividad con los niños, los hizo dibujar y expresar el temor que ellos vivieron en el terremoto, veíamos y escuchábamos las vivencias y como pasaron ese momento.
Volvemos con el objetivo cumplido, hemos abierto una brecha, una ruta de acceso para continuar la ayuda a Haití, llevara años, y muchos, pero sabemos que Dios está en el asunto desde el principio, sanara la tierra, levantara las ruinas y la iglesia establecerá su reino. Rogamos sus oraciones así también como su ayuda financiera queremos volver en el mes de marzo, pero necesitamos trabajar mucho en el levantamiento de fondos, usted puede sumarse a este proyecto, trabajemos juntos para que todos los pueblos le conozcan.
Gracias por su colaboración y Dios les continúe bendiciendo.
Cristian Sánchez Cejas
Director de Misiones Iglesia de Dios La Misericordia
